“Hay que aprender a permanecer quietos en medio de la actividad y activos en medio del reposo.”
INDIRA GANDHI
Pausa: Aprende a Parar
Saca a tu cerebro del piloto automático para aprender a responder en lugar de reaccionar.
Nos pasamos tanto tiempo en modo piloto automático que acabamos creyendo que así son las cosas en el mundo apresurado y lleno de distracciones en el que trabajamos y vivimos y que, si no nos subimos a esa noria incesante, nos quedaremos rezagados o fracasaremos.
Pero ese estilo de vida tiene un peaje tanto personal como profesional.
Hacer pausas a lo largo del día te ayuda a desconectar del ruido mental (y de la hiperconexión digital). Te ayuda a crear espacios para sustraerte del influjo de la noria incesante de lo urgente y que puedas concentrarte en lo importante.
Lo único que se requiere es dirigir deliberadamente tu atención al presente sintiendo la respiración, escuchando los sonidos que te rodean o notando tus sensaciones corporales. No tienes que cerrar los ojos. Ni sentarte en postura de meditación.
Lo interesante de esto es que, con la práctica, aprendes a reconocer los momentos en los que estás adentrándote en una modalidad reactiva automática.
Aprender a parar puede ayudarte a tomar mejores decisiones y responder de un modo más consciente.
LA PRÁCTICA
El acrónimo STOP es una de las prácticas breves de atención plena más conocidas y apreciadas para usar durante el día. Es súper simple:
S - Detener
T - Tomar una respiración
O - Observar lo que está pasando
P - Continuar
Esto se puede hacer en cualquier momento durante el día cuando lo recuerdes. Mucho mejor, puedes programar un temporizador para que te recuerde PARAR. Te das cuenta de lo que sucede a tu alrededor o dentro de ti, te conectas con algunas respiraciones conscientes, y luego procedes con más claridad y desde un lugar de elección.
Comparto dos maneras sencillas de practicar STOP en mayor profundidad:
STOP - A: STOP para la conciencia.
Usa la práctica de DETENER para ser plenamente consciente del momento presente.
- Pon atención en tu cuerpo. Pregúntate: ¿Qué sensaciones físicas noto? Sensaciones de tacto, de temperatura, de tensión, hormigueos, picores…Date cuenta de cómo sientes tu cuerpo y de qué sientes en él en este momento.
- Date cuenta de qué estás sintiendo. Observa si puedes localizar alguna emoción en ti. Pregúntate: ¿cómo me siento? Quizás te sientas animado, alegre, triste, enfadado…también puede que no localices ninguna emoción concreta o que no sepas nombrarla.
- Pasa ahora a tomar conciencia de qué estás pensando. Justo ahora. Pregúntate: ¿qué estoy pensando justo en este momento? ¿Puedes localizar algún pensamiento?
- Simplemente detente y respira.
Puedes detenerte un instante y usar esta práctica para situarte en el presente, conectando tu cuerpo, tu corazón y tu mente.
STOP - B: STOP por la belleza
Haz una pausa por un momento y aprecia algo hermoso en tu entorno. Literalmente. Puede ser "detenerse y mirar por la ventana u observar algún objeto". Usa todos tus sentidos.
Encuentra algo y luego obsérvalo durante tres o cuatro respiraciones. Trata de no utilizar tu mente, solo tus sentidos.
Si en este momento te parece complicado, puedes preguntarte: "Ok, si hubiera algo hermoso en lo que observo, ¿qué sería?" Tal vez entonces notes que la belleza se puede apreciar en cualquier momento y circunstancia.
LA REFLEXIÓN
Esta práctica favorece la calma y estabilidad mental.
Aprender a parar te ayuda a encontrar estados internos de serenidad y calma y a saber volver a ellos cuando es necesario. Con el tiempo se va desarrollando un lugar interior de calma y seguridad.
También ganarás claridad y espacio (mental) para tomar mejores decisiones. Aprender a parar puede ayudarte a tomar mejores decisiones y responder de un modo más consciente.
Por otra parte, notarás efectos positivos sobre tu salud física y tu bienestar global, y es que reducirás el estrés y la ansiedad, y mejorarás tu capacidad de afrontar el estrés y la ansiedad.
Otro beneficio de esta práctica es que aumenta tu resiliencia, que es la capacidad de adaptarse a los cambios y de afrontar la adversidad y superar obstáculos.
Aprender a parar puede ayudarte a tomar mejores decisiones y responder de un modo más consciente.